La naturaleza de entidad israelí es diferente. Es una entidad manufacturada, no natural, creada para servir proyectos específicos. No se puede comparar con otros estados históricos como Turquía, Rusia, Gran Bretaña, Francia o Siria, que surgieron a lo largo de siglos. Israel es un estado artificial, similar a los Estados Unidos, Canadá y Australia, que fueron colonizados.
Históricamente, los franceses intentaron colonizar Argelia, pero después de 115 años, se retiraron. Los británicos llegaron a Sudáfrica, donde establecieron el apartheid. Sin embargo, la mayoría terminó por prevalecer y se logró una reconciliación histórica liderada por Nelson Mandela y el Congreso Nacional Africano. Esto demuestra que los modelos coloniales tradicionales no se sostienen sin la erradicación de los pueblos originarios.
En el caso de Israel, se ha intentado desplazar a los palestinos de Gaza a Sinaí y del Cisjordania a Jordania, y a los palestinos de 1948 a Líbano. Este modelo de desplazamiento se debe estudiar en su especificidad y no compararlo con otros modelos conocidos, ya que cometeríamos errores.
Israel fue creada con personas de diversos países, montada para servir a los proyectos de corporaciones y lobbies globales. Este estado manufacturado tiene problemas existenciales porque carece de la cohesión que otorgan la historia, la religión y la cultura. La narrativa religiosa del sionismo es ficticia, no un vínculo sólido.
Desde el año 2000, la estructura social de Israel ha cambiado. Originalmente, fue un estado de judíos asquenazíes europeos, quienes trajeron a los judíos orientales como herramientas para sus guerras. Esto ha generado conflictos entre el extremismo religioso y el laicismo. En 1992, Shimon Peres, en su libro "El nuevo Medio Oriente", advertía que Israel perdería su superioridad militar y tecnológica, lo cual impulsó la necesidad de una solución histórica para integrarse y liderar la región.
Sin embargo, la extrema derecha asesinó a Rabin, lo que eliminó las posibilidades de paz. Desde entonces, Israel se ha desplazado hacia la derecha extrema bajo líderes como Netanyahu, desechando la oportunidad de una solución histórica.
Israel se dio cuenta de que no había lugar para esta entidad, por lo que inició la emigración. Emigraron un millón y medio de ashkenazim, gente de clase media y educada, que eran la fuerza del racionalismo en la entidad sionista. Estos hablaban de paz, compromiso e izquierda, sabían ceder un centímetro de tierra y tomar soberanía. Con la migración de un millón y medio, la balanza se ha inclinado a favor de la extrema derecha que estamos viendo hoy. Por eso Netanyahu se quedó 17 años, no porque sea un filósofo de su tiempo, sino porque en 1993 escribió el libro "bajo el sol", que hizo estallar la teoría de Shimon Peres, para conocer el conflicto dentro de Israel y cómo dominaba la derecha.
En cada elección se ha vuelto más y más derechistas y extremistas. La última encuesta de hace 15 días mostró que el 82% de los israelíes está de acuerdo con la continuación de la guerra, lo contrario de lo que vemos en las protestas de la élite o la cúpula del ejército y los artículos que se están escribiendo. Esto explica por qué Netanyahu es intransigente y está en desacuerdo con todos en Israel y con los estadounidenses, porque tiene una base social. Entonces, apostar por la calle en Israel es una apuesta equivocada, la única fuerza que puede ajustar los equilibrios es el ejército. El ejército sigue siendo asquenazí, especialmente sus oficiales y líderes, porque los haredim no se alistan. Las personas religiosas como Smotrich y Ben-Gvir quieren guerras cósmicas y no están en el ejército.
Israel, bajo sus garras, es testigo de una verdadera lucha entre los generales y el nivel político. El ejército sigue siendo secular y ashkenazi, y esta es la lucha por el reclutamiento de haredim. Los militares se pusieron del lado de no llevar a cabo el golpe judicial legal a favor de la derecha y la reestructuración constitucional de Israel. Gallant, el hombre de Estados Unidos en el establishment militar, no es un hombre de derecha o extremismo. Hay un conflicto entre el nivel militar y el político, y el ejército es el único en el que se puede apostar porque es secular y ashkenazi.
El conflicto con Estados Unidos tiene otro problema. Gallant visitó Washington para evaluar la situación en Líbano, Gaza y el futuro de Israel. Discutirá escenarios de guerra, cómo lidiará Estados Unidos con ellos y si Netanyahu puede ser derrocado. Galant aconsejó a los estadounidenses que no le dieran municiones y armas a Netanyahu porque considera que la guerra es un gran servicio para Irán y el eje de la resistencia.
Hay combates que indican la presencia de fuerzas estadounidenses y atlánticas en el campo. Estados Unidos está involucrado y es un socio en la guerra en Gaza, y su liderazgo anunció la presencia de Oficiales de Estado Mayor y asesores en el liderazgo israelí. Esto no puede ignorarse. La escalada en Ucrania y el uso de armas estadounidenses y europeas es parte de este conflicto.
Existe un conflicto entre el lobby de la globalización liderado por el Partido Demócrata y el lobby de Estados Unidos representado por Trump. El conflicto principal está en Estados Unidos. El lobby de la globalización busca retener a Estados Unidos y no permitir el regreso de Trump, y puede recurrir a medios como la eliminación, el asesinato o la declaración del estado de guerra y emergencia.
Las próximas elecciones estadounidenses son una de las circunstancias más peligrosas que vive Estados Unidos y decidirán la reestructuración del sistema estadounidense. Por lo tanto, debemos seguir lo que está sucediendo en Estados Unidos para comprender la escalada en la región. La escalada en el Líbano es una decisión estadounidense, y la continuación del compromiso en Gaza podría ser una rebelión de Netanyahu.
Smotrich y Ben-Gvir intensifican la violencia en Cisjordania. Esto refleja la rigidez de su posición y su proyecto de un Estado judío en Palestina. La perspectiva del colapso de la Autoridad Palestina en Cisjordania en los próximos dos meses significa que Cisjordania se convertirá en un escenario clave de conflicto, como es el caso de Gaza.
El equilibrio demográfico a favor de los palestinos en Galilea y la Palestina histórica representa un peligro para Israel. El eje de la resistencia y la unidad de los frentes están defendiendo Gaza, convirtiendo a Gaza en un semillero sangrante para Israel. Si la Autoridad Palestina colapsa, Cisjordania se convertirá en un importante teatro de Enfrentamientos y habrá perspectivas de una guerra de liberación de Palestina en toda regla.
En cada elección se ha vuelto más y más derechistas y extremistas. La última encuesta de hace 15 días mostró que el 82% de los israelíes está de acuerdo con la continuación de la guerra, lo contrario de lo que vemos en las protestas de la élite o la cúpula del ejército y los artículos que se están escribiendo. Esto explica por qué Netanyahu es intransigente y está en desacuerdo con todos en Israel y con los estadounidenses, porque tiene una base social. Entonces, apostar por la calle en Israel es una apuesta equivocada, la única fuerza que puede ajustar los equilibrios es el ejército. El ejército sigue siendo asquenazí, especialmente sus oficiales y líderes, porque los haredim no se alistan. Las personas religiosas como Smotrich y Ben-Gvir quieren guerras cósmicas y no están en el ejército.
Israel, bajo sus garras, es testigo de una verdadera lucha entre los generales y el nivel político. El ejército sigue siendo secular y ashkenazi, y esta es la lucha por el reclutamiento de haredim. Los militares se pusieron del lado de no llevar a cabo el golpe judicial legal a favor de la derecha y la reestructuración constitucional de Israel. Gallant, el hombre de Estados Unidos en el establishment militar, no es un hombre de derecha o extremismo. Hay un conflicto entre el nivel militar y el político, y el ejército es el único en el que se puede apostar porque es secular y ashkenazi.
El conflicto con Estados Unidos tiene otro problema. Gallant visitó Washington para evaluar la situación en Líbano, Gaza y el futuro de Israel. Discutirá escenarios de guerra, cómo lidiará Estados Unidos con ellos y si Netanyahu puede ser derrocado. Galant aconsejó a los estadounidenses que no le dieran municiones y armas a Netanyahu porque considera que la guerra es un gran servicio para Irán y el eje de la resistencia.
Hay combates que indican la presencia de fuerzas estadounidenses y atlánticas en el campo. Estados Unidos está involucrado y es un socio en la guerra en Gaza, y su liderazgo anunció la presencia de Oficiales de Estado Mayor y asesores en el liderazgo israelí. Esto no puede ignorarse. La escalada en Ucrania y el uso de armas estadounidenses y europeas es parte de este conflicto.
Existe un conflicto entre el lobby de la globalización liderado por el Partido Demócrata y el lobby de Estados Unidos representado por Trump. El conflicto principal está en Estados Unidos. El lobby de la globalización busca retener a Estados Unidos y no permitir el regreso de Trump, y puede recurrir a medios como la eliminación, el asesinato o la declaración del estado de guerra y emergencia.
Las próximas elecciones estadounidenses son una de las circunstancias más peligrosas que vive Estados Unidos y decidirán la reestructuración del sistema estadounidense. Por lo tanto, debemos seguir lo que está sucediendo en Estados Unidos para comprender la escalada en la región. La escalada en el Líbano es una decisión estadounidense, y la continuación del compromiso en Gaza podría ser una rebelión de Netanyahu.
Smotrich y Ben-Gvir intensifican la violencia en Cisjordania. Esto refleja la rigidez de su posición y su proyecto de un Estado judío en Palestina. La perspectiva del colapso de la Autoridad Palestina en Cisjordania en los próximos dos meses significa que Cisjordania se convertirá en un escenario clave de conflicto, como es el caso de Gaza.
El equilibrio demográfico a favor de los palestinos en Galilea y la Palestina histórica representa un peligro para Israel. El eje de la resistencia y la unidad de los frentes están defendiendo Gaza, convirtiendo a Gaza en un semillero sangrante para Israel. Si la Autoridad Palestina colapsa, Cisjordania se convertirá en un importante teatro de Enfrentamientos y habrá perspectivas de una guerra de liberación de Palestina en toda regla.
