Yoav Shamir (Tel-Aviv – 1970) es un cineasta israelí que ha realizado documentales de crítica implícita que muestran su punto de vista sobre las políticas israelíes y por los que se ha ganado -injustamente- acusaciones de antisemitismo.
Esta película indaga sobre si el término “antisemita” se ha vuelto una etiqueta para todo propósito y destinada principalmente hacia aquellos quienes critican a Israel, y sobre la posibilidad de que la preocupación por el pasado, es decir, por el “holocausto”, que muestran algunos judíos, está impidiendo su progreso en el presente. Shamir decidió realizar esta película después de que un crítico [de cine] lo calificara, por causa de otra de sus películas [Checkpoint], como antisemita. El cineasta Yoav Shamir afirma al inicio de su película que siendo ciudadano israelí él nunca ha experimentado el antisemitismo personalmente y que desea saber más al respecto debido a que ésta es una referencia común de los medios israelíes y que sucedería en todo el mundo. La película incluye entrevistas con Abraham Foxman, presidente de la Liga Anti-Difamación [ADL], con John Mearsheimer, coautor del libro que ha tenido mucho éxito en ventas The Israel Lobby and U.S. Foreign Policy, con Norman Filkenstein quien es un acerbo crítico de las políticas del gobierno israelí, entre otros. En la película también se muestra a un grupo de estudiantes israelíes de secundaria cuando visitan las instalaciones de Auschwitz, así como otros puntos importantes del llamado “holocausto”. Dijo Shamir en entrevista para el Guardian de Inglaterra:
«Eran jóvenes promedio, estudiantes israelíes de clase media. Para muchos de ellos era su primera visita al extranjero, pero todos se prepararon para este viaje. Todo sucedió de forma bastante chusca: dos muchachitas hablaron con tres ancianos polacos sentados en una banca y ellas presumían que lo que les habían dicho era antisemita [ellas no hablaban polaco, ellos no hablaban hebreo]. A los 16 años se es muy influenciable. También fuimos a una pizzería sin percatarse que era de auto-servicio [sin meseros o camareros], y cuando nadie los atendió se enojaron e interpretaron que era porque eran judíos y los demás eran antisemitas […] Pero esto no es su culpa, esta tradición de odio se ha pasado de generación en generación. Un joven dijo en la película: “Lo que nos hace especiales es que nadie nos soporta”. Pero incluso la gente mayor lo piensa, y creo que esto no es debido a un cinismo conspiratorio, sino que realmente lo creen. El despojar a los demás de este “odio” les resulta ofensivo y casi inaceptable; y estos jóvenes están a punto de realizar su servicio militar con todo lo que ello implica.»
La película nota que en el año 2007 la ADL reportó un repunte de antisemitismo, afirmando que hubieron 1500 incidentes antisemitas en los Estados Unidos, aún así, cuando Shamir visitó la ADL constató que esta lista estaba integrada por incidentes menores como sitios de internet con comentarios subidos de tono, cartas de empleados judíos a quienes se les negaron días de asueto por fiestas judías, o gente ofendida por un policía que había utilizado la palabra “judío” en una frase. Uno de los casos presentados trata acerca de un grupo de negros estadounidenses, entre 10 y 12 años, quienes arrojaron piedras a un autobús escolar de niños judíos, rompiendo dos ventanas.
Shamir también entrevista a un rabino quien dice que la hipervigilancia de la ADL caldea los ánimos entre judíos y gentiles en los Estados Unidos. También descubrió que entre sus entrevistados existe más sensibilidad al antisemitismo entre los judíos seculares que en los religiosos. [Wikipedia-inglés, excepto la parte del Guardian. Traducción de A. Villarreal.]
Fuente: Canal xPhilippo.
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