En los países árabes ha habido tres elecciones liberes y limpias en toda la historia de la democracia no ejercitada hasta ahora, las de Argelia de 1990 donde ganaron los islamistas de El Frente Islámico de Salvación
(FIS), es una organización política de carácter islamista argelina fundada el 20 de febrero de 1989 y declarada ilegal desde marzo de 1992.
Es la organización política islámica más importante de Argelia. El FIS nace con la revuelta juvenil en Argel de 1988 donde los estudiantes pedían una islamización social. A raíz de estos acontecimientos, la organización se fundó oficialmente en 1989 y legalizó en 1990.
El FIS ganó las elecciones municipales de 1990 obteniendo el 65% de los sufragios y dominando claramente las principales ciudades argelinas.
En las elecciones generales de 1991 obtuvo en la primera vuelta un 24% del censo electoral. Esto provocó un autogolpe por el presidente Chadli Benyedid que trató de impedir en la segunda vuelta el triunfo electoral de los islamistas, declarando el estado de excepción y anulando el proceso electoral. Se acordó la disolución del FIS y el encarcelamiento de sus dirigentes, Abassi Madani y Ali Belhadj, lo que intensificó los ataques a los militares y el gobierno argelino a través de su brazo armado, el Ejército Islámico de Salvación. El 13 de enero de 1995, el FIS ilegalizado, dirigido por Abdelkader Hachani, junto con otras pequeñas formaciones argelinas opuestas al régimen firmaron un acuerdo por el que se creaba una única organización opositora, la Plataforma de Roma. Tras el alto el fuego de 1997 y el acuerdo de paz de 1999, el FIS abandonó sus reivindicaciones de lucha armada, aunque mantiene sus principios islámicos.
La segunda vez que un pueblo arabe ejerce su derecho de voto libremente es en 2006
enero de 2006, Hamás declaró su preparación en las participación política. En ambas elecciones la lista de Hamás, Cambio y Recuperación, ganó con victorias arrolladoras.
Desde las elecciones controversiales, el poder del gobierno en la ANP fue dividido entre los que apoyan al Presidente Mahmud Abbas ("Abu Mazen"), el jefe de Fatah, y los del Primer Ministro Ismail Haniya, un activista oficial por Hamás. Hay reportajes que indican que el poder real recae en Jaled Mechal[3], el jefe de la Oficina Estatal, la que es la rama externo del grupo en Damasco, y el que siempre fue considerado uno de los dos tenientes mayores de Yasín hasta su asesinato con Abdelaziz ar-Rantisi. Aunque los israelíes creen que Mechal, una figura de línea dura en Hamás, es más peligroso que Haniya, hasta el momento no negocian ni con este segundo, ya que prefieren reconocer únicamente la autoridad de Presidente Abbas en todos los asuntos entre la ANP e Israel. Hasta ahora el gobierno de Israel solo hizo acuerdos formales con líderes regionales de Hamás, por los asuntos menores como la utilización del agua y la electricidad en ciudades especifícas como Tulkarm y Napulsa.
Las últimas comisiones libres de un país árabe y después de la revolución de jazmín
El movimiento islamista tunecino Al Nahda se ha impuesto sin excepción en todas las provincias,.
Al Nahda obtiene en todos los casos porcentajes muy altos, cercanos al 40 % de escaños, siendo el menor el logrado en Sfax, donde sacó 7 de los 16 escaños en juego.
Acusaciones de fraude contra Al Nahda
Además, el modo de representación proporcional de la ley electoral tunecina, que "corrige" de algún modo el peso de las mayorías, ha hecho que la victoria de Al Nahda sea menos contundente en escaños que en número de votos, ya que los islamistas han superado en varias provincias la mitad de los sufragios.Si bien se había anunciado que los resultados totales estarían listos el martes por la tarde, la ISIE dejó en el aire el momento en que podrá comunicar finalmente esos resultados.
Un grupo de jóvenes, que el lunes eran apenas 50 y este martes sumaban ya varios centenares, se acercaron al lugar donde el ISIE estaba desgranando sus resultados para protestar por el supuesto "fraude" cometido en las elecciones del domingo.
Convocados a través de las redes sociales, estos jóvenes, simpatizantes de partidos laicos y muchos también protagonistas de la revolución que en enero tumbó al régimen de Ben Ali, acusaron a Al Nahda de comprar votantes y de contravenir así sus propios principios islámicos.
Los observadores minimizan las irregularidades
Sin embargo, los partidos laicos, grandes perdedores en estas elecciones, se han abstenido de sumarse a estas voces de protesta y parecen haber dado por buenos los resultados que se van filtrando, en línea con los grupos de observadores internacionales, que han validado estas elecciones, minimizando las irregularidades.El enviado de la Unión Europea para el sur del Mediterráneo, Bernardino León, quiso mostrarse cauto ante la falta de resultados oficiales, pero en todo caso insistió, en declaraciones a Efe, que si uno se atiene al programa de Al Nahda, es "un programa político reformado, para un Túnez nuevo (...), con propuestas abiertas e innovadoras, que miran a Europa".
Actitud aperturista de los vencedores
El realismo político parece imponerse también sobre el mismo movimiento Nahda, que ya ha comenzado sus contactos para la formación de las instituciones en esta nueva era democrática para su país. Según dijo a Efe el director de organización de Al Nahda, Tarek Ben Ahmed, "el partido ha iniciado conversaciones con varias personalidades políticas o independientes con el objetivo de preparar el próximo presidente de Estado".Entre estas personalidades, Ben Ahmed citó los nombres de Mustafa Ben Yafar, líder del partido Takatol (Foro Democrático por el Trabajo y las libertades, de signo socialdemócrata), y el de Kamel Nabli, director del Banco Central Tunecino.
Takatol es la fuerza que parece ocupar el tercer lugar en la preferencia de los votantes, y su carácter socialdemócrata (es miembro de la Internacional Socialista) significa que Al Nahda multiplica las señales de apertura política para alejar toda imagen de sectarismo que algunos le achacan, incluso dentro de Túnez.
"El primer ministerio será ocupado por personalidades que no son de Al Nahda --añadió Ben Ahmed--, mientras que a los nuestros los dejamos para la Asamblea Nacional Constituyente, donde nuestro secretario general, Hamadi Yabali, quizás ocupe su presidencia".
Los observadores consideran que Yabali, representante de la Al Nahda del interior (que no padeció el exilio, pero sí la cárcel) representa la rama más aperturista de Al Nahda frente a los más conservadores que apoyan a Rachid Ganuchi.
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